La búsqueda de comida deliciosa y visualmente impactante es una fuerza impulsora en la cocina moderna. Las rosetas de lasaña popularizadas por Don Angie en la ciudad de Nueva York (elegantes rebanadas de pasta enrolladas y horneadas a la perfección) se han convertido en una sensación viral por una razón. El plato es a la vez hermoso y satisfactorio. Así es como se hace en casa.
La inspiración detrás de la tendencia
La versión de Don Angie no es del todo novedosa. Desde hace años existen variaciones de lasaña enrollada, con raíces en la rosette al forno italiana (rosetas de Módena). Estas versiones tradicionales suelen presentar una combinación de besciamella, prosciutto y quesos. El atractivo moderno reside en la presentación: una versión refinada de una comida reconfortante clásica hecha a medida para las redes sociales.
Por qué es importante
Este plato es un recordatorio de que la comida no es sólo un sustento sino una experiencia. El éxito viral de estas rosetas resalta el poder de la estética en la cocina contemporánea. Es una tendencia que refleja nuestro deseo de indulgencia y deleite visual.
Dominar los componentes clave
La base de unas excelentes rosetas de lasaña reside en tres elementos esenciales: una rica boloñesa, una cremosa besciamella y pasta de alta calidad. Si bien los cocineros caseros ambiciosos pueden abordar cada componente desde cero, los atajos inteligentes son perfectamente aceptables, especialmente cuando se trata de pasta.
La salsa boloñesa
Una boloñesa verdaderamente excepcional es el corazón de este plato. Si bien moler tu propia carne agrega una capa de autenticidad, no es estrictamente necesario. Una combinación de carne de res, cerdo y ternera es ideal, pero una mezcla de carne de res y cerdo funciona igual de bien. La clave es una cocción lenta y prolongada para desarrollar sabores profundos y sabrosos.
La salsa besciamella
No subestimes la importancia de una besciamella bien hecha. Esta salsa blanca cremosa actúa como aglutinante y retenedor de humedad, evitando que la lasaña se seque durante el horneado. Una proporción clásica de 1,5 cucharadas de harina y mantequilla por taza de leche produce una salsa lo suficientemente espesa como para cubrir el dorso de una cuchara.
La Pasta
La pasta fresca no es negociable. Las láminas de lasaña secas carecen de la textura y flexibilidad necesarias para enrollarse. Si no haces pasta desde cero, compra láminas frescas en una tienda especializada italiana. Si hace el suyo propio, asegúrese de que la longitud de la hoja sea constante para obtener un rollo sin costuras.
Montaje y horneado
El paso final consiste en colocar capas de pasta, salsa y queso antes de enrollarlos bien como un rollo de gelatina. Enfriar los troncos antes de cortarlos es fundamental; esto evita que las salsas se derramen durante el horneado.
“El resultado es delicioso y digno de Instagram”.
Las rosetas terminadas deben colocarse en una fuente para horno, untarlas con más besciamella y hornearse hasta que estén doradas y burbujeantes. Sirva inmediatamente con queso extra para disfrutar al máximo.
El esfuerzo requerido es significativo, pero la recompensa (un plato visualmente impactante y profundamente sabroso) bien vale la pena. Estas rosetas de lasaña son un testimonio del poder de la comida como arte y comodidad.
