Pollo estofado cremoso con tocino y vino blanco: una guía para cocineros caseros

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Un ventilador de cocina roto en un querido restaurante de Seattle llevó inesperadamente a un descubrimiento: un pollo estofado cremoso increíblemente delicioso con tocino y vino blanco, o blanquette de poulet. El plato, servido como parte de un menú temporal limitado en la estufa, resultó tan bueno que el autor inmediatamente buscó recrearlo en casa. Esta receta combina la técnica francesa con atajos prácticos, lo que da como resultado una comida rica y reconfortante.

La esencia de Blanquette

Blanquette, que significa “blanco” en francés, se refiere a un método de cocción en el que las carnes blancas se cuecen a fuego lento en salsa blanca. Tradicionalmente elaborado con ternera (blanquette de veau ), el pollo es una opción igualmente popular. El proceso consiste en cocer lentamente carne y verduras en caldo y luego espesar el caldo con un roux para crear una salsa velouté, una bechamel que utiliza caldo en lugar de leche. Un enlace final de crema y yemas de huevo agrega riqueza adicional.

Esta versión cierra la brecha entre la clásica blanqueta y el coq au riesling (una versión en vino blanco del coq au vin ), incorporando pollo tierno estofado y una salsa cremosa rica en vegetales.

Cocinar el plato

La receta comienza con tocino hasta que esté crujiente y luego dora los muslos de pollo con piel en la grasa extraída. En la misma sartén se saltean cebollas, zanahorias y apio, proporcionando una base aromática dulce. Los champiñones se agregan junto con las verduras, lo que elimina la necesidad de saltearlos por separado sin una pérdida significativa de sabor. El pollo regresa a la olla con vino blanco y caldo, y se cocina hasta que esté tierno, aproximadamente 45 minutos.

En lugar del roux tradicional, este método utiliza una suspensión de maicena para espesar, simplificando el proceso y evitando riesgos de cuajada. Fuera del fuego se añade un chorrito de nata para estabilizar aún más la salsa.

Sirviendo sugerencias

Si bien el arroz blanco es tradicional, los cereales abundantes como el farro o la cebada complementan la riqueza de la salsa. El cuscús perlado o el pan crujiente también son excelentes maridajes. Como la mayoría de los estofados, las sobras son fantásticas; el autor sugiere convertirlos en un pastel rápido con hojaldre.

Este plato ofrece una comida increíblemente reconfortante, perfecta para climas fríos. El equilibrio entre tocino, pollo tierno y salsa cremosa la convierte en una experiencia satisfactoria y memorable.

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